Entre las ponencias del simposio “Implementación de la PrEP en América Latina: resultados del proyecto ImPrEP” estuvo la explicación “De la inclusión a la adherencia y la retención en los servicios de PrEP: Experiencias ImPrEP en México”, a cargo de Hamid Vega, del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de La Fuente Muñiz, y co-investigador principal de la ImPrEP en México.

El proyecto ha sido desarrollado en ese país desde 2018, por un servicio de salud pública, especializado en VIH y conocido por las poblaciones clave del estudio (gays / otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y mujeres trans), y por tres organizaciones comunitarias, siendo ImPrEP la primera iniciativa de Profilaxis Pre-Exposición al VIH (PrEP) a gran escala en México.

La cohorte en el país está representada principalmente por HSH con un alto nivel educativo y una alta prevalencia de consumo de sustancias. Las organizaciones comunitarias tienen un mayor número de HSH y mujeres trans más jóvenes, probablemente porque estas audiencias se sienten más cómodas en entornos comunitarios que en los servicios de salud pública. Sin embargo, la reincorporación de los participantes después del cierre de las unidades provocado por la Covid-19 fue más difícil en estas organizaciones que en la unidad de salud pública, ya que han tenido más restricciones para reanudar las actividades después del confinamiento.

Para abril de 2021, la persistencia temprana de la PrEP por parte de los participantes en México, caracterizada por la asistencia a dos visitas de seguimiento dentro de los 120 días posteriores al inicio de la profilaxis, fue del 88%, lo que indica que los participantes con comportamiento sexual de mayor riesgo y buen nivel tienen más probabilidades de continuar el uso de profilaxis.

Sin embargo, otros participantes con alto riesgo de contraer el VIH, en particular la población transgénero, se asociaron con menores posibilidades de retención en los servicios de PrEP. La llegada de la Covid-19 a México está fuertemente asociada con la discontinuidad, debido a las restricciones a las actividades establecidas por los gobiernos federal y local. Las principales razones dadas para la interrupción temprana son la percepción individual del uso de PrEP por parte de los participantes y la realización de citas de seguimiento consideradas situaciones estresantes que requieren mucho tiempo.

En el subestudio que ImPrEP realizó en 2020 sobre conciencia, creencias y barreras para prescribir PrEP entre los médicos de Brasil y México, se destacó el índice de conciencia sobre la profilaxis entre los 481 profesionales de los dos países que respondieron a la investigación (86% entre brasileños y 82% entre mexicanos), conocimiento sobre las guías nacionales de PrEP (83% en Brasil y 75% en México), disposición para recetarla (78% y 65%, respectivamente) y recetas ya tomadas (48% y 33%) .

Se concluyó la ponencia reafirmando el gran aporte del proyecto ImPrEP al ser la primera oportunidad para la oferta de PrEP en México a gran escala a poblaciones en alto riesgo de contraer el VIH, con una alta tasa de persistencia temprana en PrEP por participantes. También se destacó la sinergia y la eficacia de los servicios de salud pública y las organizaciones comunitarias para llegar a las poblaciones más vulnerables. Finalmente, se hizo señaló que se necesitan diferentes estrategias para mejorar la inclusión y persistencia en la PrEP por parte de personas con menor nivel educativo, mujeres trans y trabajadoras sexuales, así como estrategias para mejorar las habilidades de autocuidado en salud.